Jake Bugg

"Biografía"

Jake Bugg

Nacido en 1994 bajo el nombre de Jacob Kennedy, Bugg creció en Nottingham, ciudad en rápido crecimiento y generalmente gris del norte de Inglaterra, en el barrio de viviendas municipales de Clifton –la versión de los planes de viviendas de la clase trabajadora inglesa–. “De hecho, durante un tiempo fue el plan subsidiado de viviendas más grande de Europa. Tiene cosas buenas y malas. Prácticamente, todo el mundo se conoce. No tenía mucho dinero para salir y socializar, y costaba conseguir dinero para comprar un paquete de cigarrillos. Por eso pasaba mucho rato en mi cuarto, escribiendo canciones. Me mantiene cuerdo”, relata Bugg.

Bien vestido con una camisa de cuadros, vaqueros y un despeinado corte de pelo mod,Bugg se muestra distante, fumando un pitillo detrás de otro; en persona, parece el hermano perdido e introvertido de los Gallagher. “Mi madre me crió sola, y yo era bastante independiente. Siempre me dejaba ocuparme de mis cosas, me lavaba mi propia ropa. Nunca me castigaba, porque sabía que podía cuidar de mí mismo sin problema”, recuerda. De forma precoz se sintió atraído por la música folk y el rockabilly, escuchando a Donovan, los Weavers, Buddy Holly y los Everly Brothers, cuya influencia se puede escuchar en el debut homónimo de Bugg. “Me sentaba en la cama con mis cascos e intentaba cantar escuchando a Johnny Cash para llegar a esas notas graves y a los Beatles para llegar a las altas”, explica. Con 14 años empezó a componer sus propias canciones. “Cuando empecé a cantar, la gente me decía que debía encontrar mi propia voz”, recuerda. “Y yo no sabía cómo hacerlo, no tenía mucha confianza. Pero pensaba: ‘Todos estos temas que me gusta tocar y escuchar son de artistas que escriben sus propias canciones. Si pudiera alegrarle el día a alguien con mis canciones, eso me alegrará el día a mí”.

Después de que la BBC sacara a Bugg de la oscuridad para actuar en el escenario Introducing en el festival de Glastonbury de 2011, grabó algunas maquetas que llamaron la atención del entonces cazador de talentos de Mercury Records Jamie Nelson. “Cogió el primer tren a Nottingham para venir a verme ensayar, lo cual es bastante insólito. Probó suerte y me dijo: ‘A ver, haz lo que sabes”, cuenta Bugg. Noel Gallagher también fue uno de los primeros en creer en él; Bugg fue el telonero de la gira norteamericana del año pasado de su banda, los High Flying Birds.

Para Bugg, lo que hace es bastante sencillo. “Supongo que es un cliché, pero simplemente me gusta componer música. Me levanto, me pego una ducha, me pongo una camisa y salgo por la puerta sin dejar de ser yo. No tengo que ponerme una máscara ni pretender ser otra persona. No soy más que un chico normal de 19 años que toca algunas canciones”, manifiesta.

Con un álbum número uno en el Reino Unido bajo el brazo y la publicación de su debut homónimo en Estados Unidos, se encuentra en posición de disfrutar un poco. Cuando Bugg vio esa Strato del 66 en la tienda, sabía que debía tenerla. “Había soñado con esa guitarra. Es más o menos el tipo de guitarra que habría tocado Jimi Hendrix, nunca pensé que tendría una así. Este trozo de madera tiene más años que mi padre. Y yo creo que las guitarras tienen alma”